La retinopatía diabética es una de las enfermedades oculares más frecuentes entre personas que padecen diabetes. La diabetes puede provocar un deterioro continuado de la visión que puede incluso terminar en la pérdida total de visión. Esta afección puede controlarse si se realiza un diagnóstico temprano y si se aplican los tratamientos adecuados.
¿Cómo afecta la retinopatía diabética a los afectados?
Detrás de la retinopatía diabética se encuentra la Diabetes Mellitus y se origina por los daños en los vasos sanguíneos en una de las zonas fundamentales para la visión: la retina. Los vasos sanguíneos pueden sufrir hemorragias internas que alteran la visión, lo que provoca que surjan nuevos vasos sanguíneos que crecen sobre la retina.
Este crecimiento de vasos sanguíneos en la retina puede llegar al derrame total y con ello provocar una ceguera. De manera habitual afecta a los dos ojos por igual y en sus inicios puede pasar inadvertido para el paciente. Para poder detectar a tiempo la retinopatía diabética es fundamental realizarse pruebas oftalmológicas con una periodicidad semestral, según la mayoría de los expertos.
¿Cómo tratar la retinopatía diabética?
Para comenzar a tratar esta enfermedad hay que diagnosticarla previamente. El fondo de ojo era la prueba más común hasta hace poco, ya que ahora se suelen realizar pruebas más innovadoras y eficaces como la tomografía óptica de coherencia o la angiografía fluoresceínica.
Una vez detectada y diagnosticada, el tratamiento más recomendable para la retinopatía diabética es el láser de argón. Aunque si el diagnóstico se produce en un estado avanzado lo más recomendable es una cirugía vitreorretiniana. Son tratamientos con una tasa de éxito muy elevada que, junto a un mayor control de los niveles de azúcar en sangre, ayudarán a los diabéticos a mantener su capacidad de visión en perfecto estado. En Luz Clinic podemos ayudarte.